Comunicación Efectiva

Desde que mi hija estaba en mi vientre, me he comunicado con ella de una forma u otra. Le hablaba a la panza, le cantaba y le leía. En los casi cuatro años que ella lleva en mi vida, le he ensenado a que es importante comunicarse. Le pregunto si algo le gusta o no, si está molesta o triste y cosas así. Ella me cuenta todo, me dice que le dieron de comer en la escuela, que aprendió y que película le puso la maestra Jennifer.

Recuerdo que cuando yo era niña, le contaba todo a mi madre. Llegaba de la escuela y me sentaba a decirle lo que sirvieron en el comedor, lo que me dijo el nene que estaba enamoradito de mí y pasábamos largo rato hablando de cómo fue mi día en la escuela. Creo que esas ganas de platicar y comunicarme la llevo conmigo desde niña.

Mi hija asiste a un centro de desarrollo educativo y el año pasado tuvo una caída por estar jugando de manos con un compañerito de clases. La directora me llamó a mi teléfono celular  y me indicó que por la niña estar brincando se cayó y se lastimo un diente. La busqué en la escuelita e inmediatamente le pregunte: ¿Qué te paso en el diente? A lo que ella me contesta: ¡René, me empujo! Inmediatamente hablé con la maestra, y efectivamente René la había empujado y había ocasionado que se le aflojara un diente.

En el día de hoy cuando recogí la niña en la escuelita, la directora me dice: Mamá, la nena se cayó por las escaleras, pero cayo sentada en un escalón, te lo digo antes de que ella te diga que se cayó por las escaleras y te alarmes. Mi chiquita de tres años, les ha enseñado a no ocultar, a comunicarse y decir la verdad. La directora me hizo la salvedad, porque sabe que la niña todo me lo cuenta.

Mi opinión es que la clave para una comunicación efectiva lo es la confianza. Cuando le brindamos confianza a nuestros hijos, ellos se sienten más abiertos a mantener una comunicación efectiva con nosotros.

¿Y tú, mantienes comunicación efectiva con tus hijos?

¿Sabes lo que hicieron hoy y lo que harán mañana?