No sé si me recuerda,
soy la que tomó la foto durante su campaña en la cual se reflejaba un Luis
Fortuño paternal recibiendo calcomanías de súper héroes de un niño en algún pueblo
de nuestra Isla. El pasado cuatrienio trabaje colegio para usted, embarazada y
esperanzada en un cambio. Le dediqué horas, días enteros a la campaña, por tal razón
me atrevo a solicitarle que me dedique unos minutos de su tiempo según yo se lo
he dedicado a usted. Bien por usted que ganó, y ha intentado enderezar el barco
contra viento y marea. Yo sigo aquí, en el barrio, ahora soy madre, no soy la
joven soltera que se puede ir a pasquinar las calles. Terminé mi bachillerato,
sigo estancada en el mismo empleo con poca paga y muchos malos ratos. Intenté
ir al gobierno, pero me cerraron las puertas, mis “amigos” de la campaña ahora
gozan de jugosos salarios y puestos de confianza en su administración.
Aquí estoy en un avión,
soy parte de las estadísticas. Compré un pasaje a crédito, no sé cómo lo voy a
pagar, pero lo importante es que me arriesgué y me monté. Llegaré a varias
entrevistas de empleo con un vestido elegante que compre también a crédito y el
cabello muy presentable con un tinte de cabello que compré en especial en Walgreens.
Me dieron dos bolsitas de pretzels en el avión y encontré dos galletitas en el
compartimiento de al frente de mi asiento. Los guardaré para cuando el hambre
ataque. Los $70.00 que tengo en mi ATH lo guardaré por si surge alguna
emergencia.
Usted se debe
preguntar porque le digo todas estas cosas, y es a lo que voy. Yo lo escucho en
la prensa repitiendo una y otra vez que en Puerto Rico la cosa ha mejorado, que
la gente tiene más dinero en su bolsillo… Tengo que diferir de usted, no recibo
ninguna ayuda gubernamental, me han cortado la luz por falta de pago, he tenido
que hacer préstamos para que me conecten la luz, mi casa se filtra por todas
partes, no pago carro por pagar una educación privada para mi hijo, al menos
una vez en semana me tiro al suelo cuando se forman tiroteos en el barrio. Los maleantes
se apoderan de mi calle y en ocasiones no me han dejado pasar para llegar a mi
hogar. Tengo que pasar con mi hijo por el lado de gente que consume drogas y
son unos vividores, pero no tengo los recursos económicos en este momento para
salir del barrio. Hace más de un año envío resumes semanalmente y solo me han
llamado a dos entrevistas y no he sido seleccionada. Tengo que lidiar con los
cheques sin fondo de mi patrono y cobrar cada 17 días.
Por favor, dígame donde
es que está mejor. Estoy dispuesta a moverme, dígame donde es, por lo más que
usted quiera.
Atentamente,
La Arrepentida
Te entiendo. Yo también estoy en las mismas. Pero también pienso que tenemos un problema cuando depositamos todas nuestras esperanzas de vivir una vida mejor en otra persona, sea éste un candidato o un gobernante.
ResponderEliminarLos tiempos han cambiado. Ha llegado el momento de dejar a un lado las avanzadas, las pasquinadas y los colegios electorales, y empezar a cuidar por nosotros mismos. ¿Porque sabes qué? Ningún gobernante va a cuidar de ti, ni de mí ni de nadie. Ellos sólo cuidan de sí mismos.