Rodríguez el Travieso

Hoy quiero opinar acerca del caso de Rodríguez Travieso. Travieso porque se cree que se las sabe todas y sus travesuras lo llevaron a ganarse una estadía en la cárcel regional de Bayamón. Hoy me llamaron a preguntarme qué había sucedido con el caso. Como les comenté en un escrito anterior, la gente me llama a preguntarme mi opinión acerca de X o Y tema de discusión en este bendito País.

Mi opinión es, y cito al ex gobernador de Puerto Rico, Dr. Pedro Rosello, “Me alegro”. Quien diablos lo manda a darse el guille de entregarse a la hora que le dio la gana, donde la dio la gana y el día que le dio la gana. Si no quería que lo esposaran de manos, pues se “jodió”, porque lo esposaron de manos y pies. Entonces comienzan con el hay bendito, pero si eso es u delito de cuello blanco, como le van a hacer algo así. Pues sencillamente porque aquí nadie está por encima de la ley. Vamos a seguir permitiendo que los delincuentes quieran dictar las normas en este País. Robar es robar, no importa si te robas un chicle o un millón de dólares, el delito es el mismo y todos los “pillos” deben ser tratados como lo que son.

Dito pero si él se iba a entregar, y porque carajos vino a Guaynabo a depositar los chavos de la pensión y se fue a Aguadilla a hacer el show de entregarse, si sabía que lo tenían que trasladar al tribunal en Hato Rey. Pues el tiro le salió por la culata porque a él lo llevaron a toda prisa pa’ Hato Rey y su abogado no pudo llegar a tiempo para representarlo.

El hombre no se entregó antes, porque quería pasar su fin de semana en la Republica Dominicana, dándose el guille de rico con los chavos que le deja la lechonera en el estado de la Florida. Ahora le ha tocado vivir en un presidio rodeado de delincuentes igual que él. A mí no me da pena, lo que me da es ganas de vomitar. Es que me resulta increíble que un hombre que recibió el aval del pueblo para representarnos en la casa de las leyes, se dé el lujo de cometer estupideces como esas, en vez de tratar de radicar proyectos que fueran beneficiosos para este País.  

Entonces después que despotrico por esta mi boquita de comer o como diría mi esposo, con la lengua de serpiente venenosa, me dice, tienes razón, tú debes tener un programa de análisis político porque dices muchas cosas que tienes razón. Pues coñazo, dejemos el hay bendito y llamemos las cosas por su nombre. “Pillo”