Desde que comencé a trabajar por coincidencias de la vida, he tenido que laborar junto a personas de nacionalidad cubana. En todos los empleos que he podido tener, siempre había uno que otro cubano acompañándome en mis labores. Las primeras que conocí eran unas damas luchadoras, fajonas, de carácter fuerte, pero un corazón increíble. Luego de eso, llego a trabajar a una compañía donde el jefe es de padre cubano. No puedo decir que tiene las mismas cualidades que las primeras cubanas que conocí, pero sí, es un buen hombre. Lo que les quiero contar hoy es la historia de los cubanos de mi vida.
Hace 5 años conocí un cubano refunfuñón, pero encantador. Tiene los ojos azules como el mar, de tez blanca, pelo canoso y su edad promedia los setenta y tantos. Al principio fue chocante, esta personalidad explosiva junta a la de un cubano de carácter fuerte no mezclaban. Poco a poco fuimos conociéndonos hasta que se ha convertido en la relación que tenemos ahora. No se asusten, no es una relación amorosa, eso de pegarle los cuernos a mi negro bello nunca me ha dado vueltas en la cabeza. Este hombre trabaja conmigo en una empresa dirigida por el que les hable horita que es mitad cubano y mitad boricua. Él es quien me ha hecho desarrollar esta pasión por algún día viajar a un Cuba libre. Me hizo el cuento de como salió de Cuba y poco más y me pongo a llorar. A veces somos tan mal agradecidos por lo que tenemos, por la democracia, por lo que el gobierno nos brinda o sencillamente por los alimentos que porque no nos da la gana comerlos, los echamos al zafacón.
A través de él conozco a este otro cubano. Rondando los setenta y pico también, ninguno de los dos es un nene, pero tienen la semejanza de que ambos vivieron el antes y después del régimen. Sus historias son merecedoras de una velada. Las fiestas en el campo, la Habana, la Sierra Maestra, las haciendas que dejaron atrás al huir del régimen, sus salidas de Cuba y sus deseos de nunca regresar, la opresión que recibieron, los viejos que dejaron atrás, los cuentos de cómo fueron engañados por el corderito manso que luego se convirtió en lo que es hoy, un dictador; me hacen una vez más pensar en lo distinto que es aquí en la Isla. Que rico es vivir en la democracia. Qué bueno se siente poder escribir lo que me da la gana sin importar el que dirán.
Estos cubanos son de cuero duro. A su edad, ambos trabajan arduamente para llevar el sustento a su hogar, ninguno de los dos piensa en retirarse y de alguna forma son mi inspiración en la vida. Quién diría que aquí en Puerto Rico hay mucho vago que no quiero trabajar y los extranjeros vienen a este país a doblar el lomo.
“ El número de personas fuera del grupo trabajador en diciembre de 2011, fue de 1,892,000. Esto representa un aumento de 3,000 al comparar con noviembre de 2011
(1,889,000) y 63,000 personas más al comparar con diciembre de 2010 (1,829,000).
De las personas fuera del grupo trabajador en diciembre de 2011, el 31.9 por ciento, representó amas de casa; el 20.0 por ciento, en la escuela; el 13.4 por ciento, informó
estar incapacitado; el 19.7 por ciento, retirado y el restante 15.0 por ciento, correspondió a las personas clasificadas como enfermos o con algún impedimento, muy joven o viejo (a) para trabajar, le faltan destrezas y/o experiencia, desalentados, ociosos voluntarios y otros” . http://www.dtrh.gobierno.pr/pdf/empdes_dic2011.pdf
Yo tengo la esperanza de ver un Cuba libre, probablemente ya ellos nos me acompañen a tomar el café en las mañanas, y no podre escuchar sus cuentos de la hermosa Cuba, pero espero poder algún día pisar la tierra que ellos tuvieron que abandonar…
¡Viva Cuba Libre!
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hola yo la he pisadio cuatro veces y es preciosa y gente encantadora a pesar de las virsititudes que se vive pero uno disfruta cantidad visitala que no te vas arrepentir.
ResponderEliminarGracias, algún día viajare a Cuba Libre
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