Yo vengo de un pueblo donde sabes que es hora de acostarse cuando escuchas el cantar del coquí. Soy de donde el despertador en las mañanas es un gallo con un colorido plumaje. Donde el aroma del café te envuelve y el pan con mantequilla es el mejor desayuno. Yo vengo de donde los vecinos se comparten un plato de comida y cuando se baja al monte se traen frutos para compartir con el prójimo. Yo soy de donde la gente te concede el paso y te saluda aunque no te conozca. Yo vengo de donde no hay restaurantes de comida rápida ni farmacias 24 horas. Pero sí hay viandas con bacalao y mejunjes de hierbas curativas. Vengo de un pueblo que cuando hay temporales la familia se reúne a hacer anécdotas y tomar chocolate con queso de bola. Yo vengo de un pueblo donde todavía existen las pisa y corre. Mi pueblo tiene cuevas, ríos, hermosas montañas y gente buena. De donde yo vengo no te miran a ver si llevas puesta la camisa Lacoste o la Ralph Lauren. Yo vengo de un pueblo humilde. Soy jibara y no me avergüenzo de decirlo. La diferencia es que soy una jibara en la ciudad.
Hace siete años dejé mi pueblito en la loma y el amor me trajo a la costa. Aquí se vive encerrado, con miedo, de prisa… Aquí en la ciudad, te agreden de palabra si no le concedes el paso en la carretera, tienes que salir peinada y en tacas hasta para ir a la farmacia que no sea que te vean y pienses que no eres higiénico. Ay como recuerdo los viejitos de mi pueblo que los veía en la farmacia con las botas de ir a trabajar en la finca. Aquí tienes que tener el pelo pintado y acicalado y en mi pueblo las señoras más bellas son las de la cola de caballo blanca que cuando el sol les alumbra, ese pelo resplandece. Aquí en la ciudad la “comemierderia” la llevamos a su máxima expresión.
Ahora sucede que lo orgánico está de moda. En mi pueblo se comía alimentos orgánicos. Allí mami preparaba viandas cultivadas por mi padre, con huevo revuelto de las gallinas que se paseaban por el patio o un buen sancocho con panas, yautías, ñame, platanos y gallina del país que venía todo en el mismo saco en la espalda de mi padre. Los chicharrones del puerco criado en el corral de la parte de debajo de la finca o pescado frito de los que pescaba mi padre en el lago de Cidra y de acompañamiento un vaso de agua de manantial.
El pelo claro, los ojos verdes y la jinchera no me hacen ser una blanquita de la ciudad. Soy una jibara de Aguas Buenas.
¿Y tu abuela donde está?
Que bello!!!! Me encantó mucho :-) Me dio nostalgia, me transporté al campo. Que rica y sencilla es esa vida, sin los ajetreos y contratiempos de la "loza". Tan diferente que es el olor del aire que se respira en la montaña, tan diferente que sabe esa comida. Sabes? mi madre tiene unas cuantas gallinas y gallos en el patio de la casa, y ese es su pequeño campo en la ciudad, tenemos arboles y bastante espacio y ella cria sus gallinas y recoje sus huevos, me costó un poco de trabajo acostumbrarme al cantío de los gallos porque se trepan en un palo muy cerca de la ventana de mi cuarto, pero ya no me molestan... Ese espacio es nuestro pequeño campo en la cuidad, con nuestro gigantesco arbol de aguacates y otro igual de enorme de carambolas!
ResponderEliminarQue rico es el campo verdad? Lo extraño tanto y lo más probable la causa de mi rabia con algunas cosas que suceden en la "loza" se deben a que yo soy nacida y criada en el campo donde todo es diferente. Aquí en la costa tambien tenemos gallinas y frutos en el patio, pero nada como mi Aguas Buenas. El rocio de la mañana, la neblina, el olor de las flores, las fresas de monte, los montes forrados de miramelindas... El campo es otra cosa. Me alegra mucho que te gustara mi escrito.
EliminarMe encanto!! Asi se vive en mi pueblito!!
ResponderEliminarMaga, que bueno que te encanto el escrito y gracias por visitar mi blog. La semana que viene voy para allá. Hay que rico a coger fresco y disfrutar del campo.
EliminarTe entiendo perfectamente, vivi dos años en la "loza". y jamas me acostumbre, fui criada en la montaña mas alta de Cidra "Almirante" y para ser honesta asi siempre me he sentido. Hoy dia gracias a Dios continuo en mi loma y como dice la cancion "Yo vivo aqui en la loma, mejor q un adinerado"
ResponderEliminarEsa canción es una de las que me causa mucha nostalgia. Que rico es el campo!
EliminarME ENCANTO MUCHOS RECUERDOS DEL AYER A VECES YO PIENSO SI VOLVIERAN ESOS TIEMPOS
ResponderEliminarPor lo menos yo lo veo los fines de semana que voy a ver a mis padres allá arriba en la loma...
EliminarAl igual q tu soy de Aguas Buenas y tambien extraño mi campito enormemente, bueno a la islita completa pues estoy en EU. Saludos a todos alla...
ResponderEliminarYO SOY ORGULLOSAMENTE DE UN PUEBLITO PEQUEñO...MI PEñUELAS QUERIDO. Y ORGULLOSAMENTE VIVO EN EL CAMPO...POR LAS MAñANAS DESDE MI BALCON TENGO EL MEJOR ESPECTACULO DEL MUNDO...LA SALIDA DEL SOL...YO ME LEVANTO A LAS 5 NO POR GUSTO SI NO PORQUE MI PAPA CAMINA POR LA CALLE Y YO LO VIGILO...MI CANCION FAVORITA...EL CANTIO DE LOS GALLOS...ESTO ES VIDA...DONDE SE COMPARTE LA COMIDA CON EL VECINO...MI MAMA HACE PASTELES Y LA PRIMERA DOCENA ES PARA LA VECINA DE ENFRENTE...Y ASI POR EL ESTILO...NO SE...YO NO ME CONCIBO VIVIENDO EN LA GRAN CIUDAD. ESTUVE 6 MESES EN NUEVA YORK Y UN DIA LE DIJE A MI TIA...LLAMA A PAPI QUE ME VOY...EXTRAñO MI TIERRA...EN CASA HAY MATAS DE GUINEO, PLATANO, AGUACATES , SE COSECHAN CALABAZAS, CHINAS Y TORONJAS, CILANTRO...ETC. EN FIN PARA REDONDEAR...NO CAMBIO A MI PUñITO DE TIERRA AMADO...A MI SEBORUCO...POR NADA DEL MUNDO...EXCELENTE ARTICULO MILLY...GRACIAS POR TU ATENCION
ResponderEliminarQue delicia!
EliminarMuy bueno, una se identifica muuuy fácilmente. Te felicito porque me atrajo el título, y el contenido muy real. Mucho éxito y bedición.
ResponderEliminarGracias Angélica!
EliminarJajaja Estamos al revés... Como te platiqué cuando te conocí, yo soy de la ciudad (San Juan) y el amor me trajo a la montaña, a tu montaña de Aguas Buenas. Mi madre se enojó conmigo porque me fui lejos, y mi gente de acá me dice que fui bien valiente por haber dejado a toda mi familia por allá. Ironías de la vida.
ResponderEliminarNo soy de las que se llenan de fango, y no me voy muy abajo por temor a las culebras, pero en mi patio tengo chinas, toronjas, guineos, plátanos, mandarinas, yautías y estoy en vías de hacer un huerto casero. Tuve, hasta 2 palitos de café, que mis vecinos tumbaron por error :-( un día que ayudaron a mi esposo a talar el patio. Así que te comprendo. Vivir en el campo es bueno.
Jajaja Estamos al revés... Como te platiqué cuando te conocí, yo soy de la ciudad (San Juan) y el amor me trajo a la montaña, a tu montaña de Aguas Buenas. Mi madre se enojó conmigo porque me fui lejos, y mi gente de acá me dice que fui bien valiente por haber dejado a toda mi familia por allá. Ironías de la vida.
ResponderEliminarNo soy de las que se llenan de fango, y no me voy muy abajo por temor a las culebras, pero en mi patio tengo chinas, toronjas, guineos, plátanos, mandarinas, yautías y estoy en vías de hacer un huerto casero. Tuve, hasta 2 palitos de café, que mis vecinos tumbaron por error :-( un día que ayudaron a mi esposo a talar el patio. Así que te comprendo. Vivir en el campo es bueno.
Glenda, gracias por leer, comentar y compartir.
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